¡Bienvenido a Cabo Verde!
La isla de Sal te da la bienvenida al archipiélago de Cabo Verde. Un pequeño país africano, independiente de Portugal desde 1974, en el que el mestizaje de razas y culturas forma parte de su adn.
Como su nombre indica, llegas a un territorio rodeado de mar en el que su mayor riqueza ha sido durante siglos la producción y el comercio de sal, hasta la llegada del turismo.
Sus playas, interminables de arena blanca y agua turquesa, valen por si solas un viaje a Sal, pero hay mucho más por descubrir. Tu eliges el modo en el que quieres vivirla.
La Isla de Sal en modo ON
Si eres de los que disfrutas descargando adrenalina en tus vacaciones, has llegado a un buen lugar. Los alisios atraen a los windsufistas y kitesurfers en los meses de invierno, pero, si no sopla el viento, puedes coger la tabla de surf y coger unas olas con los locales junto al Pontao.
Recorrer la isla en quads y 4×4 por pistas de tierra es otra de las actividades preferidas de los que buscan vivir un poco de aventura. Podrás avistar el espejismo de Terra Boa o descubrir la piscina natural de Olho Azul. Si te gusta el buceo, Sal es un destino fantástico para practicar esta actividad.
Si tener que sumergirte también podrás avistar tiburones. En este caso las inofensivas crías de tiburón limón que se acercan a la costa y rodean a los curiosos en Shark Bay.
Al caer la noche, disfruta de música en directo en los bares de Santa María o en la playa. Podrás comprobar el enorme talento musical de los caboverdianos.
Sal en modo OFF
Si lo que buscas es relax, desconexión y conectar con la cultura local, este es tu plan.
La playa de Santa María será tu base de operaciones para descansar en la arena blanca y disfrutar del ambiente de los chill- outs que jalonan la costa.
Si das un paseo hasta el Pontao, el embarcadero situado en la playa, podrás tomarle el pulso al ambiente local, con pescadores que zarpar desde allí, mujeres que venden sus capturas o conchas y jóvenes que hacen piruetas para mostrar sus habilidades a los turistas. Cada hora del día tiene sus protagonistas y su público.
Si te gusta la artesanía, en el centro de Santa María encontrarás algunas tiendas de comercio responsable con productos hechos por artesanos locales.
Uno de los lugares con más historia de la isla son las Salinas de Pedra Lume, motor económico de la isla durante dos siglos y ahora una de las principales atracciones de la isal. Las salinas están situadas en una caldera a 3 metros por debajo del nivel del mar y sus aguas de elevada salinidad atraen a los turistas, que flotan en ellas.
Otro de los rincones que debemos conocer para acercarnos a la cultura local, es el pueblo pesquero de Palmeira, en donde podemos disfrutar de escenas típicamente caboverdianas en su muelle cuando llegan los pescadores y comienza la venta del pescado.
Entre julio y octubre las tortugas adultas Caretta cruzan el Atlántico para llegar a las orillas de Cabo Verde a desovar. En algunas de las playas de Sal podrás ver los proyectos que desarrollan algunas ongs para la conservación, educación ambiental y sostenibilidad para proteger a las tortugas.
La isla de Sal es un buen destino para desconectar, comenzar a descubrir la cultura caboverdiana y disfrutar del mar de todas las maneras.
Disfrútala este verano (Destino exclusivo verano 2022)