A lo largo del día podemos ver cómo este muelle de madera situado en la Playa de Santa María se convierte en un mercado, en el que las mujeres venden pescado o grandes conchas; en un punto de atraque, al que llegan los barcos de pescadores con sus capturas y desde el que parten las expediciones de buceo; o en un lugar de recreo, en el que tirar unos lances o en el que disfrutar de las acrobacias que hacen los jóvenes para el disfrute de los turistas…
Cada hora tiene su actividad y cada actividad sus protagonistas, así que vuelve en diferentes momentos del día porque siempre te sorprenderá.