A apenas 3 kilómetros de Corralejo se encuentra el islote de Lobos, uno de los últimos paraísos canarios. Un lugar en el que disfrutar de playas vírgenes, piscinas naturales y la derecha más larga del mundo.
Un paraíso inalterado
El Islote de Lobos recibe su nombre de la colonia de lobos marinos que allí habitaron. Este pequeño islote, de 4,58 km2 de extensión, es uno de los territorios vírgenes de los que podemos disfrutar en Canarias. El islote y sus aguas se encuentran dentro del Parque Natural del Islote de Lobos y cuenta con zonas de diferente grado de protección.
Desde enero de 2019 está regulado el número de personas que pueden acceder. Cada día se autoriza a 200 personas por turno (de 10 a 2 y de 2 a 6) para disfrutar de este paraíso que fuera hogar de focas monje, asentamiento de romanos y refugio de piratas.
Los romanos estuvieron aquí
El fortuito encuentro de un trozo de ánfora por parte de una turista inició la línea de investigación sobre la presencia romana en el islote. En 2012 comenzaron las labores de excavación del yacimiento arqueológico de Lobos, en el que se ha constatado la presencia de un asentamiento romano entre los siglos I a.C. a I d.C. Las investigaciones han concluido que en la isla se extraía Stramonita haemastoma para producir un tinte muy valioso destinado a teñir de púrpura los tejidos de los romanos más poderosos.
Un día en el paraíso
La isla se puede visitar por tierra o por mar. Si se desea disfrutar de una mañana o tarde en este idílico lugar, hay que solicitar personalmente la autorización vía on-line 5 días antes de la fecha prevista para la excursión. Desde Corralejo y Marina Rubicón parten lanchas rápidas (water taxis) que te trasladan al paraíso.
A tu llegada al muelle puedes visitar el Centro de Visitantes, en el que podrás aprender acerca de la gran biodiversidad de la isla. Si quieres disfrutar de un día de playa, a solo 10 minutos del muelle está la Playa de la Concha, una gran playa de tranquilas aguas cristalinas y arena blanca en la que relajarse.
De ruta a pie por Lobos
Si prefieres explorar, puedes realizar la ruta circular que te llevará al Faro de Martiño o subir a la cima del volcán de La Caldera y disfrutar de las mejores vistas de Lanzarote y Fuerteventura. Recuerda no salirte de los senderos.
Rumbo a Lobos
Para aquellos que quieren descubrir la isla desde el mar, la empresa Fuertecharter organiza excursiones en catamarán de lujo a Lobos. La excursión parte del muelle de Corralejo y tiene una duración de 4 horas, aunque existe la posibilidad de contratar una excursión de 5 horas que incluye el avistamiento de cetáceos.
Una vez partimos del muelle de Corralejo, nos dirigimos rumbo a Lobos. En el trayecto podemos tirar unos lances, pescando a curricán con las dos cañas que llevan a bordo.
Nuestra primera parada será el volcán de La Caldera. Entramos con el barco en el espacio que antes ocupaba el cráter de este volcán. Aquí se encuentra uno de los spots más deseados por los surferos: una de las derechas más largas del mundo,con 400 metros de longitud y vistas al volcán.
Luego continuamos hacia el Faro, que estuvo operado por Antoñito el Farero y su familia hasta 1968, últimos habitantes de Lobos. En su casa atendían a los pocos visitantes que llegaban a la isla y les ofrecía un delicioso caldo de pescado. Su hijo sigue dando de comer a los visitantes a la isla en su restaurante, donde se puede disfrutar de pescado recién cogido. Si deseas comer allí, has de reservar en cuanto llegues.
El oeste de Lobos
Después de avistar el faro desde el mar, nos dirigimos a recorrer la costa este de la isla. Desde el barco avistaremos las Lagunitas, lugar de baño tranquilo ideal para ir con niños y el Puertito, donde fondean los barcos de pescadores y encontramos las antiguas casas de los pescadores y el único restaurante de la isla.
Pasaremos por el embarcadero, por donde desembarcan los visitantes que visitan la isla a pie y continuamos hasta la Playa de las Conchas, donde fondearemos.
Al agua patos
Ha llegado el momento de disfrutar de las transparentes aguas de la isla y de disfrutar de sus fondos llenos de vida. Con nuestro equipo de snorkel podremos disfrutar de los peces que pueblan esta agua y les daremos de comer con la mano.
También podremos explorar la zona en kayak y paddle surf.
Es hora de volver. Se acaba un día inolvidable en un lugar único. Hemos disfrutado de un día en el paraíso. Un paraíso muy cercano a nuestro alcance.