Si hay algo que hace única e irrepetible a Santander es su bahía.
Santander es una ciudad con vistas al mayor estuario del norte de España y eso marca carácter.
Una ciudad volcada al mar
El mar está presente su ADN, a través de sus importantes astilleros situados en la parte sur, de su larguísima tradición marinera, de su gastronomía y de la calidad de vida que aporta a sus ciudadanos, que lo disfrutan relajándose en las playas, navegando en velero por esta bahía de ensueño, observándolo desde las gradas de La Duna, o simplemente disfrutándolo a bordo de uno de los reginas.
Los Regina
Los Regina, como se conoce a las barcas de transporte regular que unen Santander con los pueblos de Pedreña y Somo, situados al otro lado de la bahía, salen cada media hora del embarcadero que está situado en el Paseo de Pereda junto al Palacete del Embarcadero, que ahora alberga una sala de exposiciones.
En verano también unen la ciudad con la playa del Puntal, un arenal paradisiaco que brinda las mejores vistas de la ciudad y la oportunidad de sentirse como un náufrago en una isla desierta.
A pocos metros del embarcadero está la grúa de piedra, una antigua grúa que estuvo en activo desde 1900 hasta finales del siglo XX y que recuerda la tradición portuaria e industrial de la ciudad. Desde allí veremos como cuelga sobre al mar el moderno Centro Botín, diseñado por el arquitecto y premio Pritzker Renzo Piano, que ha redefinido el skyline de la ciudad.
Si caminamos hacia la izquierda, en dirección al Real Club Marítimo de Santander nos encontraremos las esculturas de Los raqueros, obra del escultor José Cobo Calderón. Estas cuatro esculturas que se asoman al muelle homenajean a los niños de origen humilde que se tiraban al mar para recoger las monedas que les tiraban los pasajeros de los buques.
Pero volvamos al embarcadero, ¡que se nos escapa el barco!
Comenzamos la travesía
Montarse en una de estas barcas es una de las mejores y más económicas (el trayecto de ida y vuelta cuesta 5 €) maneras de apreciar la belleza y las dimensiones de la bahía. El relajante trayecto de media hora que separa Santander de Somo nos brindará la perspectiva necesaria para contemplar la ciudad desde el mar y para disfrutar de la vibrante actividad de esta bahía.
Según nos alejamos del muelle podemos disfrutar del frente marítimo de Santander, con sus elegantes edificios con galerías, el majestuoso edificio del Banco de Santander, el Palacio de Festivales, el graderío de La Duna o la península de la Magdalena, con su Real Palacio…
Por el camino nos iremos cruzando con veleros, traineras, algún windsurfista o incluso con el ferri que une Santander con el Reino Unido e Irlanda.
Pedreña
La primera parada de este trayecto es Pedreña. Una población rodeada de agua que nos ofrece atractivas opciones para disfrutar de nuestro tiempo libre, como observar el trabajo de las “pedreñeras”, mariscadoras recolectoras de almejas, que son de gran calidad en esta zona; practicar nuestro swing en el Real Golf de Pedreña; disfrutar con los deportes náuticos como la vela, el kayak o el stand up paddle en el Centro de Actividades Náuticas y Buceo; pasear por las alguna de las Rutas con Encanto de Marina de Cudeyo; o entregarse al más universal de los placeres: la comida, degustando las delicias de la zona, como las almejas, las navajas, el bonito o las sardinas asadas.
Siguiente parada, Somo
Nos volvemos a subir a la lancha para seguir hasta Somo. Para ello seguimos navegando por la Ensenada de la Barquería hasta la Punta de Contrajón, donde el canal se estrecha y el capitán muestra su pericia cuando baja la marea baja, hasta llegar al muelle de Somo, donde nos bajamos para dar una vuelta.
Somo es un pueblo que cobra vida en verano, ya que cuenta con algunas de las mejores playas de la zona: El Puntal, Somo y Loredo. Además es una meca para los amantes del surf , que cuentan con un Centro de Surf a pie de playa, en el que se puede visitar la exposición permanente “Historia del Surf en Cantabria” y numerosas escuelas en las que aprender a practicar este deporte. El Centro se encuentra junto al parque de Skate Park, en el que puedes encontrar a muchos jóvenes mostrando sus habilidades sobre ruedas.
En veranos los surferos se mezclan con los veraneantes de toda la vida y el pueblo está muy animado.
Podemos regresar hasta el muelle paseando descalzos por la fina arena blanca de la Playa de Somo hasta las dunas del Puntal. Un paseo que nos recargará las pilas para emprender nuestro trayecto de vuelta hacia Santander en el Regina y disfrutar de la magia en la que se envuelve la bahía de Santander con la luz dorada del atardecer.
Alfredo says:
Muy bonito reportaje, todo bien, salvo que no son pedroñeras, sino pedreñeras y no es Pedroña… es Pedreña, por lo demás todo bien.
CanariasViaja.com says:
Muchas gracias por sus apuntes. Ahora mismo corregiremos el texto.
Saludos cordiales