La ciudad de Tánger, situada al norte de Marruecos, frente al estrecho de Gibraltar, es una de las ciudades más abiertas y multiculturales del país y punto partida para explorar el norte del reino alauita.
Tánger ha tenido muchas vidas. Habitada por los bereberes en sus orígenes, fue ocupada por fenicios, romanos y vándalos, hasta que los árabes la tomaron en el año 705, de camino a España. En 1471, los portugueses se hicieron con ella, por su ubicación estratégica, cediéndosela dos siglos más tarde a los británicos.
A finales del siglo XVII pasó a manos de un sultán marroquí, hasta que a principios del siglo XX volvió a convertirse en objeto de interés extranjero con la llegada del protectorado y la declaración de zona internacional, entre 1923 y 1960. En 1956, tras la declaración de independencia, Marruecos tomó la soberanía efectiva sobre esta ciudad costera.
Todas estas influencias culturales han hecho de Tánger una ciudad abierta, que ha inspirado a creadores y artistas. Su cosmopolita historia, su importante puerto comercial y su vibrante escena artística, hacen de esta ciudad costera un interesante destino y un excelente punto de partida para descubrir algunos de los atractivos del norte del país, como Chefchaouen y Aislah.
Qué hacer:
- Disfrutar de un té a la menta en el Gran Café de Paris, donde se inspiraron escritores de la talla de Paul Bowes, William Burroughs o Jack Kerouake.
- Ver el atardecer desde el café Hafa.
- Mezclarte con los locales en la plaza 9 de Abril.
- Perderte por las callejuelas de la Medina y regatear en sus bulliciosos zocos.
- Saborear el sabroso kalinte, típico pan de harina de garbanzos.
- Descubrir los vínculos que unen a Marruecos y estados Unidos en el Museo de la Legación Americana de Tánger.
- Admirar la belleza del antiguo Palacio Real, Dar El Makhzen, convertido en el Museo de Arte de la Kashba.
- Palpar el ambiente cultural y bohemio en el Cine Rif y en las galerías de arte de la ciudad.
- Recorrer el renovado paseo marítimo y relajarte en la playa de Achakkar.
- Disfrutar de las vistas del Atlántico y el Mediterráneo desde el Cabo Espartel.
- Fotografiarte ante la puerta de África en la Gruta de Hércules.
Disfruta de la ciudad más abierta y multicultural de Marruecos.