Tanto si es tu primer viaje a las Islas Canarias, como si repites o vives en ellas, te invitamos a que vayas un paso más allá y descubras las islas sacándole el jugo a todas las experiencias que puedes vivir en ellas.
Canarias ofrece multitudes de oportunidades para disfrutar de su naturaleza y sus paisajes de forma activa. Hoy te llevamos de isla a isla para que tu viaje por las islas se convierta en una experiencia inolvidable.
Siente Fuerteventura
La isla de mayor longitud de las Canarias es un paraíso para beach lovers y para amantes de los deportes acuáticos. En sus 326 kilómetros de costa encontrarás algunas de las playas y calas más espectaculares del archipiélago, como la misteriosa Cofete, las de las Dunas de Corralejo, o las playas de Sotavento, en donde practicar windsurf y kitesurf con los mejores.
Frente a la costa de Corralejo, la isla de Lobos, una pequeña isla en la que los romanos tenían una de sus fábricas de la valiosa púrpura con la que teñían sus túnicas. Ahora es una reserva natural en la que disfrutar de un día en el paraíso. Puedes acceder a ella en barco o water taxi y pasar el día a tu aire relajándote en sus playas, o disfrutarla a bordo de un catamarán recorriendo sus costas y practicando deportes acuáticos.
La costa tiene muchos atractivos para atraparte, pero su interior no dejará de sorprenderte también. Paisajes áridos y desérticos por donde campan a sus anchas las cabras de las que se obtienen los premiados quesos majoreros; montañas con forma de joroba de camello que hipnotizaron a Unamuno o que eran adoradas por los majos, como Tindaya; molinos de viento y pueblos que esconden la historia de las Islas, como Betancuria, antigua capital de la isla y primera población fundada en Canarias…
Una isla para disfrutarla a tu ritmo, en familia en las tranquilas calitas de Cotillo o visitando el Oasis Wildlife Fuerteventura, en donde pasar el día observando muy de cerca de especies animales de los cinco continentes.
Fuerteventura hay que sentirla, en su fina arena blanca deslizándose entre nuestros dedos; saborearla, en sus sabrosos quesos artesanales, su pescado fresco y su cabrito asado; admirarla, en sus playas de postal de aguas turquesa y la inmensidad de los paisajes; escucharla en el zumbido del viento que mueve las aspas de los molinos; y aspirarla, con su eterno aroma a salitre.
Una isla en la que sentir el pálpito de África en sus paisajes y en su proximidad.
Experiencias en La Palma
La Isla Bonita es coqueta, como las calles con historia de Santa Cruz de La Palma; aventurera, como sus senderos; tradicional, como su Bajada de La Virgen y sus pueblos; natural, como sus paisajes; limpia, como su cielo, y sabrosa, como su cuidada gastronomía.
La Palma es un paraíso para los senderistas, pero también para los amantes de la astronomía, el vulcanismo y la naturaleza.
La red de senderos, con más de 1000 kilómetros balizados y señalizados, acoge recorridos para todos los niveles desde senderos de Gran Recorrido, para realizar en varios días, a senderos locales.
El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente es una de las paradas obligatorias. Esta imponente depresión, rodeada de altas cumbres es una de las rutas más deseadas. Un viaje hacia el fondo de la Caldera, rodeados de imponentes riscos, densa vegetación y cascadas de colores.
A los amantes de la aventura, la ruta de los Manantiales de Marcos y Cordero les regalará una experiencia inolvidable, siguiendo el recorrido del agua, a través de barrancos, canales y túneles, hasta sus manantiales, para luego terminar en el bosque de cuento de Los Tilos, rodeados de laureles y helechos gigantes.
El cielo de La Palma es otro de sus atractivos mundialmente conocido. El Observatorio Astronómico del Roque de Los Muchachos, situado a 2396 metros de altitud, al borde del Parque Nacional, cuenta con una de las baterías de telescopios más completas del mundo. En un lugar tan privilegiado para la observación de las estrellas, no podemos dejar de vivir una experiencia de astroturismo desde uno de los miradores de la isla o desde el mar, a bordo de un barco adentrándonos en la noche oscura después de visitar la Cueva Bonita.
Disfruta Tenerife
La más grande de las Canarias, es una isla de contrastes, en la que su naturaleza tan diversa nos hará viajar sin salir de su territorio.
El Parque Nacional del Teide es una de las visitas imprescindibles, con su volcán de 3718 metros de altitud y su paisaje de otro planeta, que puede recorrerse a pie a través de su red de senderos. Si quieres contemplar impactante paisaje que tenemos a nuestros pies, el Teleférico te subirá a una altura de 3.555 metros sin esfuerzo.
Un 46,8% de la isla de Tenerife está protegida, por lo que te sorprenderán a tu paso espacios de gran belleza, como el parque rural de Teno, el Parque Rural de Anaga o paisajes de otro mundo como el Barranco de Los Arcos, en los que practicar rapel.
Si viajas en familia o con amigos hay dos lugares que no te puedes perder: Loro Parque, el mejor zoológico del mundo, y Siam Park, el mejor parque acuático del mundo, según Tripadvisor. Dos atracciones de primer nivel en los que la diversión y adrenalina está aseguradas para todos.
Loro Parque Siam Park
Si eres de los que prefieres planes más tranquilos y disfrutas con el enoturismo y la gastronomía, en Tenerife encontrarás muchas bodegas en las que realizar visitas y catas y planes tan divertidos como un picnic entre viñedos en las Bodegas Monje, con vistas al Teide. No dejes de hacer una ruta por los guachinches, para descubrir la gastronomía local.
Si eres de los que disfrutas con el mar, en Tenerife puedes disfrutar de todo tipo de actividades en contacto con el océano, desde la observación de cetáceos, en la costa sur de la isla, hasta la práctica de windsurf y kitesurf en El Médano, o de surf, paddle surf, kayak, en diferentes lugares de la costa. Para aquellos que les guste navegar, una buena opción puede ser alquilar una embarcación para explorar la costa a su aire.
Los pueblos y ciudades de Tenerife conservan mucho sabor e historia. La Laguna, Patrimonio de la Humanidad, es una parada obligatoria para pasear entre casas centenarias en un ambiente lleno de vida. Santa Cruz, la capital de la isla, sorprende al visitante con su aire de ciudad de provincias llena de rincones con encanto como el Parque García Sanabria, Las Ramblas, la Plaza del Príncipe o el Mercado de Nuestra Señora de África que conviven con la arquitectura de vanguardia del Auditorio de Tenerife, el Recinto Ferial, el Tea, la Plaza de España o el edificio de la Presidencia del Gobierno.
La Orotava o Garachico, antigua capital de la isla, son otros de los pueblos llenos de historia que no debemos de dejar de visitar.
Descubre Gran Canaria
Las Palmas de Gran Canaria, capital de la isla, es una ciudad dinámica, volcada la mar. Una ciudad con dos personalidades. En la zona del Puerto, sus habitantes transitan las calles en bañador, cholas y con tablas de surf bajo el brazo, disfrutando de la calidad de vida que les regala su Playa de Las Canteras.
Muy cerca de allí encontramos el acuario Poema del Mar, un gran parque temático que nos acerca a la biodiversidad de nuestro planeta.
En la zona de Las Palmas la vida se vive a otro ritmo, menos informal. Por las calles de Triana, la gente pasea entre comercios de toda la vida y franquicias. Y en Vegueta, donde se encuentra la Casa de Colón y el Museo Canario, el tiempo pasa más lento por sus calles adoquinadas con historia. Por esas calles transitó el escritor Benito Pérez Galdós, hijo ilustre de la ciudad, y un poco más allá está su casa-museo, el teatro y una calle a las que da nombre en la que se suceden tiendas y restaurantes llenos de estilo.
Pero fuera del bullicio de la ciudad esta isla, que es un pequeño continente, tiene mucho para sorprendernos. Las impresionantes dunas de Maspalomas nos invitan a perdernos del mundo y relajarnos al sol. El sur de Gran Canaria guarda un gran secreto: las estrellas Michelin que brillan en la isla y que nos regalan experiencias gastronómicas irrepetibles. Atrévete a descubrirlas.
Un paseo por las cumbres de la isla nos adentran en el pasado aborigen de la isla, en sus tradiciones, su gastronomía local y en algunas de las vistas de mayor belleza, como la del Roque Nublo con el Teide de fondo.
Pero Gran Canaria también es el lugar para descargar adrenalina. Parapente o puenting son algunas de las opciones para olvidar el estrés y activar la hormona de la felicidad, esa que nos recuerda que estamos disfrutando de Gran Canaria.
Vive El Hierro
La isla del Meridiano se disfruta por tierra, mar y aire.
Los fondos marinos de la Reserva Marina del Mar de Las Calmas son una de las inmersiones favoritas de buceadores de todo el mundo, que vienen atraídos por la claridad de sus aguas y su biodiversidad. Un bautizo subacuático en el Hierro puede ser el comienzo de una historia de amor con el buceo y con la isla. ¿Te atreves a enamorarte?
Para los amantes de las emociones fuerte, el cielo de El Hierro es el escenario perfecto para volar haciendo piruetas en parapente. Y en las noches, cuando todo se apaga, se enciende el Universo, para disfrute de los observadores de estrellas y astrofotógrafos.
Para los que les gusta disfrutar de la naturaleza, pero sin tanto sobresalto, lo mejor es calzarse unas botas y dejarse seducir por sus rutas de senderismo. La ruta del Meridiano nos llevará hasta la zona sur occidental para descubrir formaciones recientes de lava y conos volcánicos, la historia del Meridiano Cero y del Faro de Orchilla y la sorprendente Cueva del Acantilado.
Si hay una imagen icónica en El Hierro esa es la de la sabina, enebros deformados por la fuerza de los vientos Alisios. La ruta de las Sabinas nos llevará subiendo desde Sabinosa, pasando por el Mirador de Bascos y el bosque encantado del Sabinar… hasta llegar al Lomo Negro.
Saborea La Gomera
Una isla que posee un bien patrimonio de la Humanidad que no se ve, pero se escucha: el silbo. Una manera de comunicarse a prueba de barrancos y distancias, que ha llegado viva a nuestros días.
La Gomera sabe a potaje de berros y a almogrote. Su color es el verde. Y suena a silbo.
Una isla que respira tranquilidad, en la que la niebla tiñe de misterio una joya del terciario: el Parque Nacional de Garajonay. Un bosque de laurisilva, hogar de palomas turqué y rabiche, especies endémicas de las islas. No se puede ir a La Gomera sin adentrarse en sus senderos.
La ruta Descubre el Garajonay te invita a descubrirlo en tres caminatas para descubrir los paisajes más emblemáticos del parque nacional de Garajonay: la ruta botánica en la laurisilva, el Alto de Garajonay, punto más alto de la Gomera para tener una vista a 360º sobre la isla y el monumento natural de Los Roques. Terminando la excursión con una comida tradicional en el Restaurante de Efigenia.
También puedes descubrirlo siguiendo el sonido de el agua. Esta ruta se inicia en la zona más húmeda de la isla, en donde descubrirás los riachuelos de El Cedro y de El Rejo, la presa de los Tiles y la cascada de El Cedro, lugar donde anidan las palomas endémicas de Canarias. La primera parte de la caminata transcurre en la zona alta de Hermigua, desde donde disfrutaremos de vistas espectaculares al mar, sobre los dos imponentes afloramientos rocosos de Pedro y Petra, sobre el valle y sus terrazas verdes.
Después de la parada para recargar energías con un potaje de berros, descubriremos una joya botánica de Canarias: el Parque Nacional de Garajonay. Bosque antiguo maravilloso donde los árboles alcanzan los 30 m de altura y que alberga una increíble biodiversidad
Si después de la caminata necesitamos relajarnos junto al mar, un baño en las playas de Valle Gran Rey nos recargará de energía para seguir descubriendo pueblos, como Agulo, uno de los más bonitos de España. Cerca de allí, en el Mirador de Hermigua, nos espera una aventura para los más atrevidos, un vuelo en parapente biplaza desde el Mirador de La Orilla, en Hermigua, hasta la playa de Santa Catalina, mientras disfrutamos de las mejores vistas de La Gomera y el Teide.
Ya solo nos queda tomarnos unos dulces gomeros y un chupito de gomerón para irnos relajados a la cama.
Descubre la esencia de Lanzarote
La isla de los volcanes tiene un paisaje que fascina. Un paisaje que fue el lienzo y la inspiración del artista César Manrique, y que inspiró la etapa más creativa y prolífica del Premio Nobel portugués José Saramago. Seguir el rastro de estos dos creadores en la isla puedes ser una buena manera de empezar a conocerla, a amarla.
El volcán está siempre presente, en el Parque Nacional de Timanfaya, único parque geológico de la red nacional. En La Geria, donde el campesino aprendió a domarlo para hacer crecer la viña sobre sus cenizas y producir vinos deliciosos. Y en toda la isla, donde los pueblos blancos destacan sobre la lava negra o rojiza.
Así que acercarnos al volcán a pie puede ser una buena manera de empezar a conocer sus secretos. La Ruta del Parque Natural de Los Volcanes transcurre al borde del Parque Nacional de Timanfaya, por lo que tendremos la oportunidad de ver volcanes, cráteres, coladas, mares de lava y ceniza volcánica, resultado de las erupciones del siglo XVIII y XIX. Paisajes que sorprenden y donde podrás observar las más variadas formas y colores así como las distintas etapas de la formación de la vida.
Prepárate para viajar 25 millones de años atrás, durante el Oligoceno, un viaje que te llevará desde el nacimiento de las Islas Canarias hasta nuestros días, aprenderás sobre las fuerzas internas de nuestro planeta y cómo eran Lanzarote y Canarias en sus inicios. Toda una clase de ciencia volcánica.
Después de este primer acercamiento a la increíble geología de la isla, podemos seguir conociendo el sur de la isla cómodamente a bordo de un autobús. La Ruta al Sur nos adentrará cómodamente en el Parque Nacional de Timanfaya. donde podremos apreciar las altas temperaturas que se registran a poca profundidad, en Las Montañas del Fuego. Un paseo en camello por la Ruta de los Volcanes nos regalará la foto para el recuerdo.
Continuaremos hacia la costa pasando por las Salinas de Janubio, haciendo una parada fotográfica en los acantilados Los Hervideros, y en el Golfo donde podremos disfrutar de las vistas sobre el Lago Verde. Visitaremos la zona vinícola de La Geria, donde apreciaremos el ingenio del campesino isleño para lograr sacar fruto en el campo y degustar el vino de Malvasía volcánica.
Tras este día de interesante recorrido, un baño y un paseo por la interminable Playa de Famara hará que se active nuestra circulación. En Famara encontrarás muchas escuelas de surf y kitesurf con las que puedes aprender o perfeccionar tu técnica. ¡Atrévete a cabalgar unas olas en este paraíso del surf!
Terminar el día cenando en La Caleta mientras vemos cómo se tiñe de rojo el risco de Famara, puede ser un broche de oro para una escapada a Lanzarote llena de experiencias inolvidables.
Convierte tu escapada en una experiencia inolvidable sumándole actividades para disfrutar de tu isla favorita.
¡Vive Canarias!