Imagina, ¿cómo sería tomar un café a la sombra de un árbol mientras observas a un grupo de cebras pacer a un par de metros de ti?
Acabamos de bajar del jeep en el que hemos recorrido Fathala Wildlife Reserve, situada en Senegal, a unos 10 kilómetros de la frontera con Gambia. Hemos tenido mucha suerte ya que es temporada seca (Junio) y hay poca vegetación, por lo que los animales no tienen donde esconderse. Así que hemos podido disfrutar de las jirafas, jabalíes, cebras y varios tipos de antílopes, entre los que se encuentran el Lord Derby Eland, una rara especie que han logrado salvar de la extinción.
Llegamos a un claro, presidido por un viejo baobab de hojas cubiertas de tierra que espera la llegada de las lluvias para volver a mostrar su verdor.
El ruido del traqueteo del 4×4 que nos ha acompañado por los caminos polvorientos da paso al silencio, a la paz. Solo se escuchan los sonidos de los insectos y de los animales que nos rodean.
Saboreamos en silencio el café que nos sirve nuestra guía mientras miramos con asombro como se van acercando a la charca, que hay a unos metros de nosotros, un rinoceronte, varios antílopes y unas cebras. No podemos quitar nuestros ojos de ellos. Somos sus invitados y nos sentimos privilegiados por estar allí.