Desde hace unos años, me llama mucho la atención la historia de nuestras islas. ¿Cómo vivían nuestros antepasados? ¿Cómo fue la conquista? ¿Qué yacimientos nos quedan?
Sabemos que somos de origen bereber o amazig de procedencia norteafricana, y que los aborígenes eran trogloditas que habitaron las islas desde fechas próximas al cambio de era, y que evolucionaron en aislamiento hasta el siglo XV, cuando se produce la conquista y colonización castellana.
Gran Canaria es la isla que mejor ha sabido conservar y poner en valor nuestra memoria y acercarla a todo el que quiera conocerla. Así que, motivada también por el mismo interés de unas amigas, decidimos irnos de fin de semana cultural a la isla vecina.
Ruta cultural por Gran Canaria
Día 1, primera parada: Maipés de Agaete
Las cuatro nos pedimos el día libre para aprovechar el finde al máximo. Nuestra aventura al pasado comenzó en Agaete, al norte de la isla. Bueno, primero hicimos una parada en “La Hormiguita Golosa”, para coger fuerzas tras el viaje.
Luego seguimos dirección al Maipés de Agaete.
El Parque Arqueológico Maipés de Agaete abre de martes a domingo, de 10:00 h a 17:00 h. La entrada general cuesta 3€, pero recomiendo comprar la combinada, ya que por 8€ tienes acceso a tres yacimientos: Maipés de Agaete, Cenobio de Valerón y Cañada de los Gatos.
La necrópolis del Maipés de Agaete constituye uno de los yacimientos arqueológicos funerarios más representativos de Gran Canaria. Las estructuras se asientan sobre una colada de lava, de unos 200.000m2 de superficie, que discurren por el margen derecho del Barranco de Agaete.
Este espacio está conformado por unos 800 enterramientos tumulares integrados por orificios construidos en piedra y bajo el nivel del suelo. En esta concavidad se introducía al difunto y el hueco se tapaba con piedras alargadas o troncos.
Lamentablemente la popularidad de este enclave provocó que durante la primera mitad del siglo XX se abrieran los enterramientos para extraer los restos humanos y supuestos tesoros. Por eso, más de la mitad están expoliados.
Dentro del recorrido te encuentras con un pequeño centro de interpretación.
La Cueva Pintada de Gáldar
Al terminar la visita nos dirigimos hacia Gáldar (antigua capital de la isla), al Parque Arqueológico de Cueva Pintada, donde teníamos cita para una visita guiada.
El Parque Arqueológico Cueva Pintada abre de martes a sábado de 10:00 a 18:00 h. Domingos y festivos de 11:00 a 18:00 h. La entrada general cuesta 6€, con o sin visita guiada. Por eso recomiendo que la compren con antelación por la web y reserven el horario en el idioma correspondiente. Los domingos la entrada es gratuita.
Se recomienda aparcar en el parking que está justo al lado de una pequeña rotonda con una pintadera en el centro y de allí ir caminando al museo.
La visita resultó muy interesante ya que nuestra guía era una apasionada de su trabajo y nos explicó todo de una manera muy amena.
Me flipó qué bien estaba conservada esta tacita negra que aparece en la foto.
Es la estación de arte rupestre más importante de toda Canarias. La Cueva de Gáldar formaba parte de unos complejos de cuevas excavadas en la roca, dentro de un poblado conservado en el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada. Fue descubierta de forma casual en 1873 a raíz de unos trabajos agrícolas. El recinto está excavado en la toba volcánica formando un amplio espacio de dimensiones rectangulares. Las pinturas aparecen organizadas en paneles que se distribuyen en tres de las paredes. Los motivos que se representan son exclusivamente geométricos, siendo las figuras más comunes los círculos concéntricos, triángulos enfrentados por su base, cuadrados y líneas.
No nos dejaron sacar fotos dentro de la cueva original, pero aquí tienen la que me pude hacer en la réplica que está en el Museo Canario que visitamos al día siguiente.
Del poblado sí que pudimos sacar fotitos:
Como nuestro próximo yacimiento cerraba a las cinco, y teníamos que estar allí a las cuatro de la tarde, no tuvimos tiempo para almorzar. Menos mal que llevábamos frutos secos, algo de fruta y tortitas para aguantar.
De Gáldar pusimos rumbo al Cenobio de Valerón en Santa María de Guía.
Cenobio de Valerón
Este yacimiento es un grupo de cuevas artificiales, o cámaras, dispuestas de forma irregular en varios niveles. El conjunto se localiza concretamente bajo un arco natural en un escarpe de la Montaña del Gallego. Un examen sobre las costumbres de los aborígenes canarios revela que se utilizaba como un enorme granero colectivo.
En él se almacenaban los excedentes de cereales que proporcionaba la agricultura. Una vez depositado el grano, las cavidades se cerraban con puertas de madera o lajas de piedra, donde se labraba el anagrama identificativo de su propietario (precisamente las pintaderas se relacionan con esta función).
El Cenobio de Valerón abre de martes a domingo de 10:00 h a 17:00 h. La entrada estaría dentro de la combinada que mencioné antes.
Ya cansadas, pero contentas por todo lo que habíamos visto y aprendido, nos dirigimos hacia la capital.
Noche en Las Palmas de Gran Canaria
Una vez en Las Palmas, hicimos el check-in en el hotel y salimos a tomar unas muy merecidas cañas.
Tras haber descansado y después de una buena ducha, nos pusimos bellas y fuimos a cenar a Triana, en el Restaurante Allende Triana. Muy recomendable. Allí, el camarero nos dio un consejo de los buenos. Lo desvelaré a lo largo del post. Sigan leyendo.
Día 2 , de Vegueta a Tejeda
Al día siguiente, sin prisa pero sin pausa, recogimos los bártulos, fuimos a desayunar, hicimos el check-out y con el coche nos acercamos hasta la zona de Vegueta. Recomiendo aparcar en el Parking del Mercado de Vegueta y luego caminar por la zona.
Allí fuimos al Museo Canario. El horario es de lunes a viernes de 10:00 a 20:00 h. (última visita recomendada a las 19:15 h.) y los sábados de 10.00 a 14.00 horas. La entrada general cuesta 5€. Lo ideal es coger la audioguía, para esto tienes que dejar un depósito que te devolverán una vez que la retornes.
Este museo es una institución científica de carácter privado cuya inauguración tuvo lugar en 1879 como Sociedad Científica. La idea que inspiró la creación de El Museo no fue otra que recoger todos aquellos objetos relacionados con la arqueología, la historia, las ciencias naturales o el arte.
El impresionante fondo actual acoge una de las colecciones más completas de la Historia de Canarias. El Museo Canario cuenta, por un lado, con un importante Centro de Documentación, que conforman el Archivo, la Biblioteca, que alberga libros del siglo XVI, y la Hemeroteca. El Fondo de Arqueología está constituido por los restos materiales pertenecientes a la población prehistórica e histórica de Gran Canaria.
La exposición permanente que se exhibe en las salas de el Museo Canario tiene un carácter monográfico, dedicado a la población aborigen de Gran Canaria, los canarios.
La organización de los asentamientos, las actividades económicas o las prácticas funerarias son algunos de los aspectos que el visitante irá descubriendo durante su recorrido por las once salas, repartidas en dos plantas, que conforman el Museo Canario.
Salimos de allí con hambre y con ganas de comer algo típico de Gran Canaria. Y qué mejor opción que pedirse un bocadillo de pata con una Tropical. Estaba buenísimo. Yo me lo comí de pata con queso blanco (o queso fresco como le dicen allí), guacamole y cebolla caramelizada.
Nuestra próxima parada era en Santa Lucía de Tirajana: La Fortaleza
Día 2: La Fortaleza.
La Fortaleza: El horario es de martes a domingo de 10.00 a 17.00 horas y la entrada general cuesta 4€
Se trata de diversos hábitats indígenas ubicados en el interior y en los alrededores de un roque. Según cuenta la leyenda, la Fortaleza de Ansite fue el lugar donde, en 1483, se refugiaron los últimos aborígenes ante el avance de los conquistadores europeos. Algunos se rindieron, entregando la isla a la Corona de Castilla, mientras que otros procedieron a un suicidio ritual desde lo alto de la fortaleza. Mientras que el episodio histórico es dudoso que ocurriese exactamente ahí, lo cierto es que en el lugar se han encontrado numerosos restos arqueológicos. El roque está horadado por numerosas cuevas de habitación y de enterramiento visitables a través de un sendero y aún hoy es lugar de numerosas campañas arqueológicas.
Al llegar, debes aparcar en el parking del Centro de Visitantes. Allí comprarás la entrada y podrás visitarlo. También tienes una pequeña tienda de souvenirs – donde por cierto me compré unos pendientes con motivos de pintadera canaria – y puedes comprar agua fría. Ese día hacía mucho, mucho, mucho calor, por lo que poder comprar agua fresquita se agradeció.
Una vez hayas terminado la visita del centro, coges de nuevo el coche y te diriges al parking que está al final de la carretera.
Desde aquí parte el sendero que te conduce por uno de los roques de la fortaleza. El sendero es fácil y merece la pena hacerlo. Es circular y no muy largo y pasa por un túnel natural.
Al finalizar, nos subimos al coche de nuevo y tras un paseo por las carreteras del centro de Gran Canaria, que estaban plagadas de almendros en flor, vimos la puesta de sol antes de llegar a Tejeda, donde íbamos a pasar la noche.
Recomiendo parar en el aparcamiento de la Degollada de la Goleta. Espectacular. Ves el Roque Nublo, el Roque de Bentayga y nuestro querido padre Teide. Había gente con prismáticos, que nos los dejaron para ver hasta La Gomera.
Ya de noche, llegamos a Tejeda, hicimos el check-in en el hostal y fuimos a darnos un homenaje, ya que estábamos muertas de hambre.
Día 3, del Roque Bentayga a las Casa Cueva
Último día de exploradoras. Para desayunar nada mejor que una de las famosas palmeras de la Dulcería Nublo.
Yo me la comí de Twix. Y me la comí toda, ya que una vez que empecé no pude parar hasta terminarla. El hojaldre estaba recién hecho y el chocolate muy suave. Tenía hasta un mini Twix.
Para este día teníamos dos metas. Visitar el Centro de Interpretación del Roque de Bentayga era la primera.
De camino, paramos en la famosa Cesta de Tejeda para hacernos la foto de rigor. Esta escultura, de la artista portuguesa Doña Rita Loureiro da Silva, está completamente realizada en metal. Simboliza un reconocimiento al duro oficio de la agricultura y ganadería. La cesta representa la dura labor de la recolección en Tejeda de las almendras y las papas principalmente. Su gran tamaño alude, al gran esfuerzo humano que suponía completar en una orografía tan hostil los cestos de dichos productos. Es un enclave fotográfico inigualable.
Roque de Bentayga
El horario del Centro de Interpretación del Roque de Bentayga es de lunes a domingo, de 10.00 h a 17.00 horas. La entrada es gratuita. Acababan de inaugurarlo, con lo que todavía no tenían ni internet ni teléfono (por si llaman o envían un email y no les responden que sepan que es por esto.)
Es uno de los enclaves más importantes del Patrimonio Arqueológico de Gran Canaria. En su interior se descubren los rasgos culturales, etnográficos y naturales de este conjunto que corona Gran Canaria y sus cumbres.
Lo primero que hicimos al llegar, según nos aconsejaron, es realizar el sendero que subía al Roque de Bentayga, antes de que hiciera más calor. El domingo también el día estuvo apretadito. Y así lo hicimos. Muy bonito, fácil y con unas vistas espectaculares.
De allí fuimos a nuestra segunda meta: el Centro de Interpretación de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, en Artenara, donde teníamos una visita guiada concertada con antelación por teléfono.
27 min (14,8 km)por GC-60 y GC-210
Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria
Situado en el casco urbano de Artenara y excavado dentro de la montaña en una clara referencia al trogloditismo tan característico de la zona, el Centro de Interpretación de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria pretende ser el principal punto de transmisión de conocimiento al público acerca de este importante yacimiento arqueológico y de sus muchas particularidades.
El antiguo poblado troglodita de Risco Caído se encuentra en un entorno muy rico en vestigios paleontológicos. El asentamiento está formado por un total de veintiún cuevas excavadas en la toba volcánica situadas en lo alto de un escarpado acantilado que forma un saliente sobre la margen izquierda de Barranco Hondo. Conocido también como Risco Maldito, este antiguo poblado se encuentra abandonado desde mediados del siglo XX, una muestra más de la pervivencia en tiempos recientes de formas de vidas de herencia prehispánica.
Todas las cuevas están dotadas de gran profusión de grabados púbicos, cazoletas y bajorrelieves. La cueva C6, conocida como almogarén o santuario de Risco Caído, es un recinto excavado de planta circular y cúpula paraboloide, muy poco frecuente en este tipo de construcciones en la isla. Además de su especial arquitectura, lo más significativo es que esta cueva dispone de un ingenio óptico o canal de luz excavado que proyecta la luz del sol o la luna llena en una de las paredes de la cámara principal, donde se encuentran precisamente las manifestaciones rupestres en forma de cazoletas y triángulos púbicos y grabados en bajo relieve. Esta constituye un marcador solsticial y equinoccial extremadamente complejo y singular en su concepción y construcción.
Aquí nos explicaron por qué el Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria está reconocido por la UNESCO como Patrimonio Mundial.
Se trata de unos parajes donde la antigua población canaria fue capaz de crear su propia visión de las montañas sagradas uniendo el cielo y la tierra e integrando el celaje en su cosmología, como así lo demuestran los almogarenes o santuarios de Risco Caído y el Bentayga, ejemplos de templos astronómicos y espacios rituales de aquella cultura. Un paisaje en el que este pueblo grabó en las rocas su percepción espiritual y creó asentamientos trogloditas espectaculares y complejos, colgados de riscos y farallones, dando luz a una tradición que sigue viva y que ha convertido la casa cueva en un símbolo de orgullo e identidad para habitantes de este espacio.
A ello se suma la pervivencia de tradiciones y usos ancestrales del territorio como la trashumancia, el cultivo en bancales o el manejo del agua, haciendo de este paisaje un libro abierto que versa sobre formas inteligentes y respetuosas del uso sostenible del territorio y del valor que hoy posee su extraordinario patrimonio natural y cultural.
Este hallazgo significó que, tanto los especialistas como las instituciones y la sociedad en general, comenzaran a darse cuenta de que nos encontrábamos ante un conjunto de manifestaciones que evidenciaban la existencia de una cultura compleja, diversa y excepcional, cuyos vestigios han llegado hasta nuestros días.
Siguiendo los consejos locales
Y ahora les cuento cuál fue el buen consejo que nos dio el camarero del Restaurante Allende Triana. Nos dijo que fuéramos al Restaurante La Cilla, que era muy bonito, con unas vistas magníficas y que se comía muy bien. Él había trabajado allí. Y resulta que estábamos a tan solo 5 minutos a pie, allí en Artenara.
El camarero tenía razón. Muy recomendable. Eso sí, mejor reservar. Nosotras no teníamos reserva y no pudimos comer en la terraza. Menos mal que dentro nos pusieron en una mesa al lado de unas cristaleras.
Museo Etnográfico Casas Cuevas
Para bajar la comida, decidimos realizar una última visita antes de regresar y fuimos al Museo Etnográfico Casas Cuevas (horario de lunes a domingo de 11:30 h a 16:30 horas con entrada gratuita).
De camino nos paramos en el Mirador de Unamuno y nos hicimos unas fotos con tal celebridad.
Ya sin tiempo para ver nada más, desandamos el camino para ir a coger el vuelo que nos llevaría de vuelta a casa. Había sido un fin de semana lleno de descubrimientos.
¡Primera ruta cultural por las Islas Canarias superada!
Mónica Fuentes es una profesional del turismo inquieta y curiosa, que está descubriendo el pasado aborigen del archipiélago.