¡Qué bien se come en Galicia! Esta es la frase que más escucho cuando digo de dónde soy. No le falta razón, para qué engañarnos. Las denominaciones de origen protegidas y las certificaciones de calidad avalan la frescura y la excelencia de los productos gallegos, y es por eso que Galicia es una tierra donde la gastronomía es una religión que cada vez gana más adeptos.
Tanto en el interior como en la costa es fácil comer bien. Muchas veces es cuestión de preguntar a alguien del pueblo y dejarse llevar. Lo difícil sería fallar. Pero también es cierto que en las Rías Baixas, donde multitud de restaurantes destellan a los turistas, se vuelve más complicado elegir sitios que cumplan el estándar de buena relación calidad precio.
Por este motivo me gustaría que me acompañes a lo largo de esta ruta gastronómica por las Rías Baixas, una ruta para comérsela con calma. Te propongo opciones para todos los gustos y bolsillos, pero ten en cuenta que a orillas del Atlántico lo que más abunda son los productos del mar, y, acorde a nuestra religión, no probarlos sería un pecado. ¡Buen provecho!
Saboreando las Rias Baixas
Restaurante Faro de Talaso Atlántico, Oia
Javier Fins, el chef de este restaurante, sabe lo que hace. Los mariscos y pescados de primerísima calidad se suceden en recetas que fusionan platos tradicionales de Galicia con influencias asiáticas. Una propuesta ideal para quienes buscan sorprenderse en un emplazamiento con unas vistas a la ría de Vigo que quitan el hipo.
Restaurante Luis, Vilanova
Podría parecer un chalet más de la zona, pero en el interior se oculta uno de los restaurantes donde comer marisco barato con vistas privilegiadas de la ría -eso sí, no esperes calidades excepcionales-. Es un lugar que se ha ganado a la clientela con el boca a boca, por lo que suele estar muy demandado y conviene reservar con antelación, a veces con varios días.
Restaurante Maridaxe, Cangas
En Cangas es difícil elegir dónde comer, ya que la oferta en este pequeño pueblo marinero es amplia y muy variada. El restaurante Maridaxe ofrece un coqueto jardín con hórreo incluido y una carta variada con precios más que razonables.
Bar Fariña, Bon de Abaixo
Raciones generosas a precios bajos. Es un bar de carretera. Un bar de pueblo de toda la vida y, sin embargo, uno de mis restaurantes preferidos de las Rías Baixas. No tiene redes sociales, ni TripAdvisor, ni carta fija. Está atendido por un matrimonio mayor que sabe bien lo que hace y el menú cambia acorde a la temporada y lo que haya en el mercado. Un acierto seguro para quienes buscan calidad y autenticidad.
Es recomendable reservar ya que el espacio no es muy grande. Nada mejor que unas raciones de marisco -o empanada de maíz- desde esa terraza con vistas al mar.
Península de O Grove
Esta península y la zona cercana de Sanxenxo es el lugar de las Rías Baixas donde la densidad de restaurantes alcanza su máximo esplendor. Con tanta oferta es más difícil diferenciar quiénes dan calidad y quienes son simplemente unos cazaturistas. En verano, incluso llamando para reservar, hay veces que está difícil conseguir mesa, así que aquí te dejo algunas opciones:
O Chiringuito
Un lugar perfecto y muy demandado para comer marisco y carnes a la parrilla con una relación calidad precio excelente. Enlace a Tripadvisor.
Restaurante Solaina
Si quieres comer un arroz con bogavante, este es el lugar. Enlace a TripAdvisor.
Restaurante Culler de Pau
Dos estrellas Michelín y un menú con el que disfrutar y dejarse sorprender. Esta es la apuesta de Javier Olleros, uno de los chefs más destacados en Galicia y, obviamente, no apta para cualquier bolsillo. Enlace a TripAdvisor.
Cambados, capital del albariño
Si bien las Rías Baixas son un enclave único para comer y beber bien, Cambados es la capital por excelencia del albariño. Esta variedad de uva blanca atrae a multitud de personas anualmente, tanto a la Fiesta del Albariño como a las catas que se pueden disfrutar en las bodegas de la zona.
Entre ellas, dos recomendaciones:
Bodegas Martín Códax
Emplazadas con vistas al mar y con una historia y calidad que les posiciona entre las bodegas más reconocidas de Cambados.
Gran Bazán
Ofrece un recorrido ameno y muy didáctico que se acompaña de una cata explicativa de sus vinos, de los que confieso ser una enamorada.
A Meca, Porto do Xufre
Todo el mundo sabe que la Illa de Arousa es un lugar especial con una forma de sentir especial y por eso hay que peregrinar hasta A Meca, un restaurante familiar donde, no importa lo llenísimo que esté, el trato siempre es bueno. La oferta de la carta es amplia, de calidad y a un precio muy justo. Si tengo que destacar algo, me quedo con las croquetas de mejillones, el pulpo estilo Illa y el arroz de mariscos, que están para chuparse los dedos.
Conviene llamar para reservar mesa, especialmente en los meses de verano.
Carril, capital de la almeja
Si en Cambados hay vino, en Carril las homenajeadas son las almejas, uno de los principales motores económicos del pueblo. Es tal el amor a este molusco que hasta tiene una rotonda propia. Si tienes oportunidad espera la marea baja para ver salir a las mariscadoras en procesión.
La almeja de Carril es siempre una apuesta segura pero es necesario tener en cuenta que los meses de la almeja son los que van de septiembre a abril.
Bar Nuevo – Pobra do Caramiñal
En el recorrido gastronómico por las Rías Baixas no podía faltar el pulpo, aunque en este caso, en un formato diferente: en bocadillo. Y es que el Bar Nuevo es otro de los sitios estrella de la Ría de Arousa, donde acuden los locales a tomar las raciones gallegas, pero donde el bocadillo de pulpo con queso San Simón se ha hecho un hueco con el paso de los años. Si estás por la zona, no te lo pierdas. ¡Merece la pena probarlo!
Noia, capital del berberecho
Finalizamos la ruta de “capitales” en Noia, la capital del berberecho, donde cada año se produce la mayor cantidad de berberechos de Europa, que supone el sustento de muchas familias. La mejor época para ponerse fino de este molusco son los meses de invierno y, al igual que en Carril, dar un paseo con la marea baja por la Playa del Testal es una experiencia recomendable para comprender mejor la idiosincrasia de la zona y ver los batallones de gente saliendo al marisqueo. También es importante recordar que los mariscadores pagan licencia para realizar su trabajo, por lo que está prohibido recolectar moluscos por las playas.
Asador Albatros, Porto do Freixo
Como cierre para esta deliciosa ruta, nada mejor que el Asador Albatros. Los precios son elevados, pero vale su peso en oro. Ofrecen productos frescos y de temporada, ya sean carnes a la brasa como exquisitos pescados. Entre los imperdibles los berberechos y las ostras. ¡Un acierto seguro!
Lo de Eva Abal son las historias recolectadas en los viajes. Ha visitado más de 50 países, pero le encanta repetir destinos y re-conocerlos. De esa mezcla de paisajes, etnografía y vidas ajenas que encuentra allí por donde pasa escribe en medios digitales y en mi blog, Una idea, un viaje, especializado en sus destinos preferidos, Chile, Grecia, Namibia, Galicia y Polinesia.