Los canarios llamamos “madre” a esa zona del diafragma que a veces se “destartala” y nos pone malitos.
Raros.
Sin sosiego.
Con ganas de decirle a todo, “Hasta luego Maricarmen”.
En estos tiempos modernos, cuando nombramos a la susodicha y la despedimos, significa que hemos petado.
Que ya te pasaste en aguante, cuatro pueblos.
Que sí, que tal y Pascual pero hasta aquí.
Hasta Maricarmen hemos llegado.
Y subimos al coche:
asfalto, edificio, asfalto…
Ruido, ruido, curvas, curvas y de repente:
El cielo.
Tanto cielo que achicas los ojos.
Pero sigue el ruido.
Ruido, ruido, ruido….
Toda esa gente hablando.
Toda esa gente que se vino contigo
¡Pero si el coche está vacío!
– ¡Calla, que estoy oliendo algo!
– Oye, ¿de dónde viene ese perfume?
Y ¡mira!, ¡montones de colores que calman!
De repente la gente que venía dejó de hablar.
Creo que también aspiraban embelesados, porque, señores y señoras, hemos llegado a la cumbre.
– ¿Sonríes?
– Sí, se me pone sola esta sonrisa
Es la sonrisa verde y cuando se pone así, sé que he llegado
Que ya no estará mi madre pero que me habrá dejado la llave debajo del balde, bajo esa higuera.
Aparco.
Me quedo quieta.
Y calentitas y saladas, ruedan por mis mejillas, un montón de lágrimas.
Te pesa el cuerpo clavado al sillón del coche, te parece que es bastante, que no vas a poder soportarlo pero, ¡qué rico!
Y la “madre”, que ahora vive en ti, ahí encima de tu ombligo, empieza a dar saltitos de contentura.
Cierras los ojos y te preguntas por qué no has venido antes.
El paisaje clarea según dejas atrás las carreteras de diario. Parece mentira que apenas cinco meses después del tremendo incendio, el verde haya empezado a brotar como brota el olvido.
Llegamos al pueblo de Tejeda, es domingo, y hay mucha gente.
No sé qué tiene la cumbre que nos hace parecer más niños. Sonreír más.
Las terrazas están llenas de gente que charla y fotografía paisajes que se puedan llevar a su regreso.
Los montes lucen más verdes bajo el sol de diciembre. Está todo como limpito después de las lluvias y tras el rocío mañanero.
Todos coincidimos en planear un fin de semana en el Parador mientras tomamos café en la terraza.
Con mirada discreta, vemos dejar su albornoz en la hamaca a una parejita que ahora parece flotar en la piscina que corona el valle.
Cuando éramos pequeños creíamos que Tejeda se acababa ahí.
Que el resto era solo para mirar desde esa atalaya pero cuando visitas el pueblo descubres la maravilla y te quieres llevar un poco de todo.
Llevarte Tejeda contigo.
Así, en cualquiera de sus pastelerías, que han hecho deliciosa alquimia con el fruto de sus almendros, podemos encontrar polvorones, palmeras y pasteles que, aún tibios y dispuestos en bandejas de plata emanan un aroma de niñez, de felicidad.
Sería muy raro que no nos subiéramos al coche comiendo aún alguna de esas delicias que saben más ricas ahí, en el campo.
Hace sol y ese aire fresco da ganas de todo.
Una cerveza artesana Texeda, que ha recibido un galardón por su magnífico sabor y cuidada elaboración, nos hace pensar que aún podemos esperar muchas sorpresas del grupo de emprendedores que aportan creatividad e innovación a los sabores de la tierra.
Pero para aires modernos, Armando Gil, que desde su Casa del Caminero nos recibe rodeado de su pintura.
Este artista canario, ha logrado recuperar la tradición de una cocina que no había vuelto a encontrar desde que era una niña, en los fogones de mis abuelos. Es el suyo un espacio artístico donde conviven naturalmente gastronomia y la sorpresa de su obra.
Allí todo está rico pero no es fácil permanecer sentado si antes no has visitado la exposición que viste sus paredes. Así, con un trozo de queso en la mano y un vinito de la tierra en la otra, esperas la comida y tratas de averiguar si te podrás llevar una de sus pinturas.
Ya camino de Artenara, con el lienzo firmado por el artista, parece que es tu cumpleaños, que está siendo un día mágico.
Para cuando hemos llegado al mirador de Unamuno, obra del escultor Manolo González, oriundo de Artenara, y fijas la mirada en la inmensidad de las montañas ya no te cabe la menor duda.
Manolo, amigo querido y a quién puedo llamar con esta confianza, está ahora ultimando la escultura homenaje al artista lanzaroteño César Manrique.
Entre artistas anda el asunto…
Y todo esto es nuestra tierra.
Nuestra gente.
Leí un día, en un vuelo de la compañía Binter, una reseña sobre Fagajesto.
La titulaban la suiza canaria.
De allí y de Guía provengo y verán porqué me siento tan afortunada.
Si algo caracteriza a este pueblito de Gáldar es que pareciera que se haya detenido ahí el tiempo.
Es una mezcla de silencio y belleza sencilla.
Ampulosa y exhuberante solo en el verde de sus prados.
No nos queríamos venir sin comprar un queso, estábamos de suerte y casi nos salió al paso un joven pastor hijo y nieto de una familia que los elabora y que recibe cualquier día del año a quien quiera comprar sus productos.
Gente buena que aún en domingo nos atendió y compartió, emocionados, los terribles recuerdos de tener el fuego en su puerta.
Es en esos momentos en que uno siente que quiere y le importa la tierra.
La naturaleza que, como una madre, nos recibe cuando sales huyendo y aún resuena en nuestros oídos el eco divertido pero rotundo del «¡Hasta luego Maricarmen!».
María González, autora del texto, es la diseñadora que firma la marca de moda grancanaria María Mía. Una mujer rebosante de sensibilidad y talento.
Lucía Martínez, que firma las fotos, es periodista y apasionada de la fotografía, la decoración y la gastronomía, pasiones que desarrolla a través de su cuenta de instagram De andar por casas.
Disfruta de una experiencia inolvidable en la Cumbre de Gran Canaria. Te hemos preparado una oferta irresistible.
Lucía says:
Un placer colaborar con este post y acompañar con fotos las hermosas palabras de María. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero no es el caso. El texto es tan bellísimo como el lugar en sí, nuestra querida cumbre de Gran Canaria. Gracias a Patri y a Canarias Viaja por la oportunidad de mostrar este rincón de la isla.
Patri Cámpora says:
Gracias a ustedes por contarnos tan bien, a través de las inspiradoras palabras de María y de tus preciosas imágenes, la belleza y la serenidad que desprenden estos paisajes de Gran Canaria.
Nilza ALine Antunes Silva Lima Barros says:
Uauuu what a beautifull spot to visit Campora.
In about two years from now, i have planned some holidays and the first place to visit has to be there.
The nature, tastes and serenity that it looks like it has. correct me if i am wrong dear, will be the right place for my family to be, after a hard work we have.
please, visit this place too, everyone that sees these pictures,
with my eternal regards dear Patricia.
Patri Cámpora says:
Dear Nilza, the heights of Gran Canaria, La Cumbre, would be a great place to come for a holidays with your family to enjoy and relax. I´m sure that you will reach that goal!!
Inma Betancor says:
Cuanto mas sales de esta pequeña gran isla,mas la quieres y aprecias….¡¡¡ este gran regalo !!!que es vivir y disfrutar de ella
CanariasViaja.com says:
Sin duda, Inma. ¡Tenemos un tesoro!
Paola Morales says:
Estupendas y cariñosas palabras que despiertan en mi el deseo de volver a mi tierra…preciosas imagines.
Gracias
CanariasViaja.com says:
Gracias por tu comentario Paola. Tenemos un pequeño paraíso en Canarias y debemos de seguir descubriéndolo.
María Mía says:
Queridos seguidores, ha sido emocionante visitar las cumbres para contarlas.
Una las lleva en el corazón como se lleva lo importante pero ha significado para mí un orgullo prestar mi voz para que se pasee y se diga tan hermosa como es.
Gracias Lucía, Patricia y Ana Lola.
Gracias Tina Sonk por tu confianza en Patricia que ha rebotado como un rayo de sol en nosotras ?
Tina Sonck says:
María me ha encantado tu post …te llevaré de guía para visitar esa maravillosa Cumbre de Gran Canaria. Nuestra tierra es un paraíso que de cuando en cuando tenemos que re-descubrir o al menos no olvidarnos de disfrutar….maravillosas imágenes. Patri encuentra siempre los mejores colaboradores, gracias por tu colaboración.
Ramírez says:
Campos de mi Gran Canaria..
.campos de la tierra mía…lleno de luz y alegría…
Bernardino says:
Llegué aquí con tres años, ya tengo 57,amo a esta isla como a mi vida, no hay rincón que no te sorprenda vayas donde vayas y mires donde mires. Mi mayor tesoro, es que por muy lejos que me lleven los vientos el camino, siempre mi isla va conmigo….. Gracias Inma y Maria, por recordarnos lo afortunados que somos. Un enorme abrazo.
CanariasViaja.com says:
Bernardino, ¡qué bueno que disfrutes de Gran Canaria tanto!!