El Parque de la Naturaleza de Cabárceno te va a sorprender. A 17 km. de Santander se encuentra una antigua explotación minera reconvertida en hogar de más de 100 especies animales de todo el mundo que viven en semi-libertad.
Un proyecto que tiene como uno de sus principales objetivos desarrollar programas de conservación y reproducción de especies amenazadas, como el elefante africano, el tigre, el oso pardo, el bisonte europeo o el rinoceronte blanco.
Un poco de historia
Hace ya treinta años que en el pequeño pueblo de Cabárceno se abrieron las puertas del Parque de la Naturaleza de Cabárceno.
Este terreno kárstico había sido explotado desde la época de los romanos para la extracción de hierro. La mina de hierro cerró sus puertas y se rehabilitó para crear un refugio para especies animales de los cinco continentes, que se ha convertido en una nueva forma de vida para trabajadores de la mina y una actividad que dinamiza toda la comarca.
Treinta años después Cabárceno es uno de los principales atractivos turísticos de Cantabria. Una muestra de que es posible darle una segunda oportunidad a los territorios degradados por el hombre para crear un hábitat natural para especies animales de todo el mundo.
Junto a la entrada de Obregón se conservan algunas de las maquinarias e infraestructuras originales de la mina, que nos recuerdan el pasado industrial de este paraje.
Recorriendo el Parque de la Naturaleza de Cabárceno
Una visita a este parque nos llevará todo el día, ya que en sus 750 hectáreas de extensión encontramos 20 kilómetros de carreteras y senderos para recorrer y muchas especies que ver. Así que prepara el avituallamiento, la cámara de fotos y disfruta de un día en contacto con la naturaleza.
Una visita a este parque es un plan perfecto para disfrutar en familia, pero también para aquellos amantes de la fotografía de naturaleza, ya que podrán sacar muy buenas fotografías de los animales, así que no olvides tu teleobjetivo.
Hay dos entradas al parque: una por Obregón, que es la más concurrida, y otra por el pueblo de Cabárceno. La entrada al parque cuesta 32€ para adultos y 18€ para niños y se puede comprar online o en las taquillas del parque. (Este verano, hasta el 15 de Septiembre, tienen una oferta de niño gratis por cada entrada de adulto)
El Parque se puede recorrer desde el aire, en el telecabina que lo atraviesa y que nos regala unas impresionantes vistas, y desde tierra: en coche, bici o a pie.
A lo largo del recorrido encontraremos muchos merenderos y miradores para que disfrutemos de la visita a nuestro ritmo.
Cabárceno desde el aire
Comenzar la visita desde el aire es una buena forma de hacernos a la idea de la cantidad de animales que vamos a poder ver y apreciar los amplios espacios en los que viven. Es también la mejor manera de disfrutar de la morfología de este terreno de tierra y rocas rojizas..
Tomamos el telecabina en la Estación Elefantes, junto a la entrada de Cabárcenos, en dirección a la Estación Mirador del Rubí.
Sobrevolar la manada de elefantes, que campan a sus anchas con sus crías, es un buen aperitivo. Sorprende ver a estos elefantes africanos en medio de esta extensión de paisaje de tono rojizo con grandes rocas al aire, herencia de su pasado minero. Junto a ellos los búfalos de agua y los cobos de leche.
Bajo nuestros pies veremos a los watusis, dromedarios, cebras, bisontes europeos, yaks o leones. ¡La vuelta al mundo en un solo trayecto!
Una vez en el Mirador del Rubí seguimos sobrevolando el parque hacia el Mirador de Osos, en donde cambiaremos a la línea 2.
En este trayecto podremos disfrutar de la gran extensión dedicada a los osos pardos, en donde los podremos ver jugar, pelearse o sorprendernos ante su gran estatura cuando se ponen de pie para rascarse contra una roca.
Llegando a la Estación rinocerontes, sobrevolaremos el Lago Sexta en el que viven los ejemplares de esta especie.
Deshacemos el camino desde el aire para volver a nuestro punto de origen y comenzar a apreciar a estos animales desde tierra.
Recorrido desde tierra
Nosotros hemos elegido hacer el recorrido en coche, pero también se puede disfrutar de este parque recorriendo sus senderos a pie, o en bicicleta eléctrica.
Comenzamos el recorrido visitando a los elefantes africanos, una de las especies en peligro de extinción que forman parte del programa de conservación y reproducción del parque. Los animales viven en grandes recintos que recrean sus hábitats y respetando sus ritmos naturales. Los cuidadores sólo intervienen en su alimentación.
Según avanzas por el recorrido vas encontrando diferentes recintos señalizados con los animales que allí habitan.
Es un privilegio poder observar de cerca animales tan esquivos como los hipopótamos pigmeos.
Las rocas talladas resultantes de siglos de explotación minera son el decorado natural perfecto para los animales de todo el mundo que ahora pastan en las verdes praderas cántabras.
Recorremos las carreteras de la zona noreste del parque disfrutando de guepardos, canguros, leones, yaks, bisontes europeos, cebras grevy, camellos bactrianos o lobos ibéricos.
Varias veces al día se puede disfrutar también de una exhibición de técnicas de vuelos de aves rapaces.
Tan cerca
Hacemos una parada en la zona de La Cabaña y Los Osos, donde encontramos cafeterías, tiendas y servicios.
En medio de ambos edificios encontramos algunos corrales en los que podemos contemplar de cerca a una cría de camello, Sofí, que ha sido repudiada por su madre y que es alimentada por una de las cuidadoras del parque.
También los niños pueden dar de comer a las cabritas u observar de cerca a un —–
Frente ala zona de restaurantes se encuentra el gran espacio en el que conviven unas desvergonzadas avestruces, que se acercan impudorosas a los visitantes y las elegantes jirafas, que pacen tranquilas por los prados.
Detrás de la extensión de las jirafas, encontramos a las casa de los osos. Si tuviéramos un teleobjetivo podríamos captar momentos irrepetibles de los osos pardos jugando o peleándose.
Direción Oeste
En esta parque del parque conviven animales salvajes como los tigres de bengala, los rinocerontes blancos o los gorilas, con alguna de las razas autóctonas de Cantabria, como la vaca tudanca o ejemplares de la fauna ibérica como el ciervo, el gamo o la mona de Gibraltar.
Junto a las casa de los gorilas, que viven como reyes en una casa llena de hamacas colgantes en las que descansan y un gran recinto exterior, encontramos unas llamas con sus crías, a las que dan ganas de acariciar.
Terminamos el recorrido al Parque de la Naturaleza de Cabárceno visitando el reptilario que acoge a las especies de serpientes más venenosas del mundo. Junto a él, se encuentra el recinto donde se realizan las demostraciones de leones marinos. De fondo, las instalaciones de la antigua mina
Nos despedimos de este parque en el que hemos pasado un día muy agradable. Un lugar en el que se percibe que animales gozan de una gran calidad de vida.