Visitar la Medersa Ben Youssef (conocida también como Madraza Ben Youssef), es uno de los imprescindibles de Marrakech.
Está situada en el límite norte de los zocos, junto al último vestigio de arte almorávide en la Medina, la Kuba Ba Adyyin, y el Museo de Marrakech.
La Medersa Ben Youssef es un colegio o escuela musulmana de estudios superiores construido, por orden del sultán Abdallah al-Ghabilb, para dar servicio a la mezquita aledaña que lleva el mismo nombre. Su construcción finalizó en 1565, aunque fue totalmente reconstruida por los saadíes, quienes dejaron la impronta de su arte y arquitectura en la misma.
Fue uno de los principales centros de conocimiento de Marruecos y estuvo en funcionamiento durante cinco siglos, hasta que en 1960 cerró sus puertas, reabriéndose a principios de los 80 para la difusión del patrimonio islámico.
Esta es la madraza más importante de Marruecos y también la más grande, ya que llegó a alojar hasta a 900 estudiantes.
Visitar la Medersa Ben Youssef
Se puede visitar todos los días en horario de 9 a 18 horas. Con la entrada puedes visitar también el Museo de Marrakech y la Quobba almorávide de Marrakech.
La visita comienza en el patio, presidido por una gran alberca dedicada a las abluciones. Tras el estanque se encuentra una sala que servía para la enseñanza y la oración, profusamente decorada con motivos de piñas y palmeras.
La decoración, tanto del patio como del aula única, es espectacular. Allí encontraremos una mezcla de madera de cedro, estuco, mosaicos y mármol, típica de la arquitectura de la dinastía saadí.
En la parte superior se encuentran las ciento treinta celdas. Espacios pequeños y austeros en los que dormían los estudiantes. En alguna de ellas podemos observar algunos de los útiles de estudio que usaban e imaginarnos su vida allí.
La visita a la Medersa Ben Youssef está permitida a los no musulmanes, a diferencia de las mezquitas, exclusiva de los practicantes de esta religión.
