Madrid, la capital de España, es una ciudad con muchas caras. Una ciudad histórica y cultural, popular y castiza, gamberra y divertida, diversa y abierta, exclusiva y única…
En Madrid las puertas hablan de historia, las azoteas rozan el cielo, los museos emocionan, los bares abren el apetito, y las calles son escaparate de su esencia, elegante, castiza y diversa.
De Madrid uno no se cansa nunca, porque siempre es igual y diferente. Cuando creemos que la conocemos, vuelve a sorprendernos de nuevo.
En Madrid siempre hay un musical nuevo que ver, un restaurante que no nos podemos perder, un barrio que se reinventa, una exposición de la que todo el mundo habla, un concierto de ese artista que nos hace volar…
Y lugares a los que siempre hay que volver: el Parque del Retiro, la Plaza Mayor, el elegante Barrio de Salamanca, el singular Rastro, el imponente Palacio Real, el inagotable Museo del Prado…
Da igual las veces que hayas viajado a Madrid, cada una será diferente, porque es la ciudad de los mil viajes.
Hoy te hablamos de ese Madrid imprescindible que tienes que conocer si vas por primera vez a la capital de España: el Madrid histórico.
Madrid histórico para principiantes
Hay muchas ciudades dentro de Madrid, pero si es tu primera vez en la capital te recomendamos que empieces a conocerla por todos esos monumentos, museos, paseos y puertas que la hacen mundialmente conocida y que cuentan su historia.
Una ruta en bus turístico es una buena forma para hacerte una idea general de la ciudad y para desplazarte entre sus lugares más destacados de forma cómoda mientras disfrutas de las vistas y escuchas una audioguía.
La ruta del Madrid histórico te llevará por algunos de los principales emblemas de la ciudad: el Museo del Prado, la Puerta de Alcalá, el elegante barrio de Salamanca, la Plaza de Cibeles, la Plaza de España, el templo de Debod, la Puerta de Toledo, la Plaza Mayor, el Museo Reina Sofía, el Jardín Botánico, entre otros. Lugares icónicos de esta ciudad que te atrapará.
Museo del Prado
Comenzaremos nuestro recorrido en el Museo del Prado, una de las principales pinacotecas y uno de los museos más visitados del mundo.
Una primera visita por tu cuenta puede ser apabullante, ya que atesora más de ocho mil pinturas y setecientas esculturas que recorren siete siglos de arte europeo. En sus paredes se exponen obras de los grandes maestros de la pintura: Rubens, Tiziano, Van Dyck, Sorolla, Zurbarán, Caravaggio, Goya, Velázquez, El Bosco…
Como no disponemos de todo el día, te proponemos realizar una visita guiada de una hora que te ahorrará colas y te descubrirá las joyas del museo. Podrás contemplar entre otras muchas, obras icónicas como “Las Meninas” de Velázquez, “Los Fusilamientos del 3 de mayo” de Goya, o el hipnótico “Jardín de las Delicias” de El Bosco, conociendo sus historias. Una vez finalizado el recorrido, si quieres, puedes seguir explorando el museo a tu aire.
El Paisaje de la Luz
El Museo del Prado está situado en el paseo que lleva su nombre y que es conocido popularmente como Paseo del Arte, ya que en sus inmediaciones se concentran otros museos, como el Museo Nacional Thyssen- Bornemisza o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, y centros culturales, como Caixa Forum.
Este paseo arbolado fue el primero que se creó en el mundo y se ha convertido en una referencia internacional. Junto al Parque del Retiro y el Jardín Botánico forman parte del Paisaje de la Luz, un paisaje urbano reconocido como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2021.
Puedes descargarte la aplicación de Paisaje de la Luz en tu plataforma favorita para acceder a los mapas y a las audioguías, que te permitirán descubrir los monumentos, jardines y edificios emblemáticos incluidos en este recorrido de la mano del periodista y escritor Javier Sierra.
Parque del Retiro
El Parque del Retiro es otro de los imprescindibles, donde se nos pueden ir las horas observando a los paseantes, remando en las barcas del estanque, recorriendo el Palacio de Cristal, o identificando especies vegetales centenarias. Se trata de uno de los parque más grandes de la ciudad que antes fue jardín privado de la familia real.
Como hoy queremos que Madrid nos seduzca a primera vista, tendremos que hacer muchas renuncias si queremos obtener una visión de conjunto de la ciudad. Así que nos montamos en el bus turístico y comenzamos nuestra ruta.
La Puerta de Alcalá
“Ahí está, la puerta de Alcalá. Y ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo
La puerta de alcalá”, cantaban Ana Belén y Víctor Manuel.
Esta puerta de arquitectura neoclásica, es una de las antiguas cinco puertas reales que daban acceso a la ciudad. Diseñada por Francesco de Sabatini, lleva siendo una privilegiada testigo de la historia de esta ciudad desde 1778.
El Barrio de Salamanca
Nos dirigimos hacia el Barrio de Salamanca, uno de los más elegantes y selectos de la ciudad. Callejeando por la «Milla de Oro» disfrutaremos de los escaparates de las mejores marcas de moda y lujo.
Paseando llegamos hasta el interesantísimo Museo Arqueológico Nacional, donde se conservan piezas tan destacadas como las estatuas de la Dama de Elche, o la Dama de Baza o una reproducción de la cueva de Altamira, que se encuentra en su jardín entre otros miles de tesoros.
La historia de las diferentes culturas que habitaron la Península Ibérica y sus islas habita entre estas paredes. El itinerario Imprescindibles nos permitirá ver sus 20 piezas más destacadas para una visita express.
Al otro lado del museo, frente al Paseo de Recoletos, encontraremos la Biblioteca Nacional, fundada en 1711, que atesora incunables, mapas, grabados, manuscritos, partituras, etc… A sus puertas encontramos una parada del bus turístico. Nos montamos y seguimos el recorrido.
Plaza de Cibeles
El autobús rodea el Monumento a Colón para cambiar de sentido y bajamos por el Paseo de Recoletos hasta uno de los lugares icónicos de la ciudad: la fuente de Cibeles, conocida por los madrileños como La Cibeles. Encargada por Carlos III en 1711, dentro de su plan de embellecer la ciudad según la estética neoclasicista, la estatua ocupa el centro de la plaza de Castelar. Además de la belleza de la escultura nos podemos dejar de fijarnos en los bellos edificios que la rodean, cada uno perteneciente a un barrio de la ciudad: Palacio de Buenavista (actual cuartel general del ejército), Palacio de Linares (Casa América), Palacio de Comunicaciones (antes Correos y ahora Alcaldía de Madrid) y el Banco de España.
Esta plaza es mundialmente famosa por ser lugar de celebración de las victorias del Real Madrid.
Gran Vía
Entramos en una de las calles más emblemáticas de la ciudad: la Gran Vía. Una arteria centenaria creada para traer la modernidad a la ciudad a principios del siglo XX. En sus aceras se construyeron los primeros rascacielos de Madrid, y encontramos edificios singulares como el de Telefónica, el Metrópolis, el Casino, el Edificio Capitol o el cine Callao. La Gran Vía hay que pasearla mirando hacia arriba para disfrutar de las esculturas que decoran los edificios y otear los roof tops de moda.
En la Gran Vía siempre hay movimiento. Los días los monopolizan las grandes tiendas de multinacionales que atraen a multitudes, y las noches, el público que acude a los grandes teatros, en los que representan musicales como El Rey León o Aladdin, así como a los pequeños teatros donde interpretan monólogos y producciones independientes. El cine Capitol Gran Vía se sigue resistiendo a la presión inmobiliaria de la zona, que ha convertido los antiguos cines que poblaban esta calle en grandes tiendas.
Desde la animada plaza de Callao, tomamos la calle Preciados para acercarnos a una de las plazas más populares de la ciudad, la Plaza de la Puerta del Sol. Esta plaza semicircular es un nexo de unión entre alguna de las calles más animadas del centro: Mayor, Arenal, Alcalá o Preciados.
Siempre bulliciosa aquí se encuentran varios de los emblemas de Madrid: la estatua del Oso y el Madroño, simbolo de la ciudad; la placa del Kilómetro Cero, desde donde empiezan a contarse las distancias del resto de España; y el reloj de la Casa de Correos, actual sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid, frente al que los madrileños reciben el Año Nuevo.
Volvemos de nuevo hasta la Gran Vía, haciendo una parada en la administración de loterías de Doña Manolita, para tentar a la suerte, y seguimos nuestro recorrido.
Plaza de España
Al final de la Gran Vía, llegamos a la Plaza de España. Un pulmón para la ciudad rodeada, entre otros muchos, por dos edificios emblemáticos, el Edificio España y la Torre Madrid. Si no tienes vértigo, sube hasta el roof top del hotel Riu Plaza de España, situado en el Edificio España, y disfruta de las impresionantes vistas desde su pasarela de cristal.
La plaza está presidida en su centro por la popular estatua de Don Quijote y Sancho Plaza, homenaje a Cervantes.
La remodelación de esta plaza recibido numerosos galardones, entre ellos el de la XVI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, otorgado en septiembre de 2023, y ha sacado a la luz restos arqueológicos que pueden ser visitados.
La nueva Plaza de España es ahora un nexo con otras zonas verdes de la ciudad, como los Jardines de Sabatini, el Campo del Moro, la Casa de Campo y Madrid Rio.
Palacio de Liria y Templo de Debot
La ruta nos lleva por otra de las arterias comerciales de la ciudad, la calle Princesa. Pasaremos por delante del Museo Palacio de Liria, que guarda el valioso patrimonio de la Casa de Alba, como los retratos de la Duquesa de Alba pintados por Goya. Junto a él, el Centro Cultural Conde Duque.
La ruta continúa hasta el Templo de Debod. Uno se pregunta, ¿qué hace en medio de Madrid un templo egipcio del siglo II a.c.? Todo tiene su explicación. Se trata de un regalo del gobierno egipcio a la ciudad de Madrid realizado durante la construcción de la presa de Asuán. El templo fue donado para evitar que quedase sepultado bajo las aguas. El templo fue traído pieza a pieza y reconstruido manteniendo su orientación original.
El templo se ubicó en un lugar con una carga histórica muy potente, la montaña de Príncipe Pío. En este lugar se llevaron a cabo los fusilamientos que pintó Goya, en su obra “Los fusilamientos del 3 de mayo”, que pudimos ver en el Museo del Prado. Cien años después, en el cuartel que se construyó posteriormente, el cuartel de la Montaña, se produjo la sublevación militar que daría lugar a la Guerra Civil. Este edificio fue destruido durante la contienda.
Campo del Moro
Bajamos hacia nuestra siguiente parada en la que el verde nos rodeará. A la derecha, cruzando el puente del Rey, la Casa de Campo y Madrid Río. A la izquierda el Campo del Moro se extiende ante nosotros con el bello Palacio Real de fondo, regalándonos una de las mejores perspectivas de este palacio con su alfombra verde delante.
Este jardín toma su nombre de un hecho histórico. En 1109 en caudillo musulmán Alí Ben Yusuf intentó la reconquista de Madrid tras la muerte del rey Alfonso VI, mediante un ataque al alcázar desde una colina próxima al río. Según cuenta la historia, sus tropas acamparon en este lugar que hoy ocupan estos bellos jardines neoclásicos.
Para visitarlos tenemos que acceder por las entradas situadas en el paseo de la Virgen del Puerto, la Cuesta de San Vicente y la Cuesta de la Vega. La entrada es gratuita.
Palacio Real
El Palacio Real es otra de las paradas imprescindibles. Residencia de los monarcas españoles, desde Carlos III hasta Alfonso XIII, actualmente sigue siendo la residencia oficial, aunque ya solo se usa para recepciones.
Podemos realizar una visita por nuestra cuenta o una visita guiada para descubrir sus dependencias y conocer cómo vivían los Reyes en las diferentes épocas. Sus cocinas reales son uno de los mejores ejemplos de cocinas históricas reales que ha llegado hasta nuestros días. No puedes dejar de ver las vistas al Campo de Moro y la Casa de Campo desde el Mirador de la Cornisa.
Frente a la fachada norte del Palacio Real encontramos los jardines de Sabatini, promovidos durante la Segunda República, se terminaron de construir tras la Guerra Civil sobre terreno que ocupaban las antiguas caballerizas de Sabatini. Se trata de uno de los jardines más bonitos del Madrid de los Austrias, con su distribución geométrica. Al atardecer se convierte en un lugar mágico.
Un poco más al sur, los jardines de Oriente nos llevan hasta el Teatro Real, designado el mejor Teatro de Ópera del Mundo en 2021. Podemos disfrutar de sus producciones de primer nivel, hacer un recorrido por sus espacios, o conocer los entresijos de una producción operística.
Adosado al Palacio Real por la fachada sur, junto a la Catedral de La Almudena, encontramos un moderno edificio, la Galería de las Colecciones Reales, que abrió sus puertas este verano. Un museo, dirigido por Patrimonio Nacional, que muestra las colecciones de arte, objetos decorativos, tapices y carruajes pertenecientes a los Reyes de España durante los últimos cinco siglos.
Catedral de La Almudena
La vecina más ilustre del Palacio Real es la Catedral de la Almudena. Su historia es corta pero intensa. A finales del siglo XIX el Marqués de Cubas proyectó una iglesia para que fuera el panteón de la reina María de las Mercedes.
Este proyecto sufrió diversos retrasos y circunstancias que obligaron a realizar cambios sustanciales en el proyecto inicial, terminándose de construir finalmente en 1993. Año en el que fue consagrada como una catedral por el Papa Juan Pablo II.
Esta catedral fue el escenario de la última boda real protagonizada por Felipe VI y Letizia en 2004.
Plaza Mayor
Antes de volver a subirnos a la guagua en la Puerta de Toledo, tenemos que adentrarnos por el Madrid de los Austrias hasta la Plaza Mayor. Estamos en el casco histórico de Madrid, en lo que queda de aquel Madrid de pasadizos y callejuelas, habitado por pícaros y espadachines.
La Plaza Mayor comenzó a construirse a principios del siglo XVII sobre el principal mercado de la ciudad, la Plaza del Arrabal, en los tiempos en los que la corte de Fernando II se trasladó a Madrid.
Accedemos a ella por uno de sus nueve arcos monumentales.
Esta plaza porticada ha sido el escenario de festejos populares, corridas de toros, beatificaciones y coronaciones. En navidad acoge el Mercado navideño.
La antigua casa de la Panadería, actual sede del Centro de Turismo de Madrid, construida en 1590, fue el edificio que se tomó de modelo para construir el resto de edificios que rodean la plaza. Del edificio original solo queda el sótano y la primera planta.
Otro de los lugares destacados de esta plaza es la estatua ecuestre de Felipe III, una de las más valiosas de las ubicadas en las calles de Madrid, obra de Giambolgna y Pietro Tacca de principios del XVII. Esta escultura fue prestada por la Reina Isabel II a la ciudad en 1848
Retomamos nuestra ruta dando un paseo por La Latina hasta la Puerta de Toledo, donde volveremos a coger el bus turístico para ir hacia la última etapa de nuestro recorrido.
Museo Reina Sofía y estación de Atocha
Nuestra siguiente parada es una nueva cita con el arte, pero esta vez arte contemporáneo en el Museo Nacional Reina Sofía.
Como vamos sin mucho tiempo, nos apuntamos a una visita guiada con acceso preferente para evitar colas e ir al grano. Y es que este es el museo de arte contemporáneo más grande de Madrid, que cuenta con más de 21.000 obras de arte entre finales del siglo XIX y la actualidad, por lo que da para estar varios días recorriéndolo.
El Museo Reina Sofía se reparte en dos partes, un edificio clásico, diseñado por Sabatini y la moderna ampliación de Novel.
Entre todas las joyas que alberga hay una muy especial, el Guernica de Picasso. Aquí podremos contemplar los bocetos que realizó Picasso y compararlos con la obra final.
Salimos del museo y cruzamos la calle para dirigimos a la estación de Atocha, la primera estación de trenes de Madrid. La espectacular cubierta que diseñó el ingeniero francés Henri de Saint James es una de las estampas más reconocibles de la ciudad. En su interior nos sorprenderá un jardín tropical de más de 7000 plantas de 400 especies y un centro comercial y de ocio.
El tráfico ferroviario se ha desplazado a la nueva estación diseñada por Rafael Moneo entre 1984 y 1992, y que ahora recibe el nombre de Madrid – Puerta de Atocha – Almudena Grandes, en homenaje a la escritora madrileña fallecida en 2021.
Jardín Botánico
Estamos a las puertas del Paseo del Arte, desde donde partimos al inicio de esta ruta. Nos queda una sola parada, el Real Jardín Botánico.
El Real Jardín Botánico es una de las tres patas en las que se basa el Paisaje de la Luz, del que hablamos al principio de nuestro recorrido. Un museo vivo, situado en el centro de Madrid, lleno de biodiversidad, donde crecen 5500 especies de plantas de todo el planeta. Además es un centro de investigación del CSIC.
Un lugar perfecto para poner el broche de oro a esta ruta por algunos de los lugares más destacados del Madrid histórico que nos han hecho enamorarnos de esta ciudad.
Quedan mucho más lugares por descubrir, muchas experiencias por vivir en esta ciudad que da para mil viajes. ¡Habrá que seguir volviendo a ella!