Venecia es un sueño hecho realidad, con sus palacios, puentes, plazas y canales por los que transitan las elegantes góndolas. Una ciudad que sigue mostrando la vivacidad artística y cultural que ha marcado la historia de esta ciudad.
Recorre los soportales de la Plaza de San Marcos.
Tómate un café (a precio de oro) en el Caffé Florian, el más antiguo de Italia, como hacían Casanova o Lord Byron.
Contempla la belleza exterior e interior de la Basílica de San Marcos.
Coge perspectiva desde lo alto del Campanile y disfruta de las mejores vistas de Venecia y su laguna.
Atraviesa el Puente de los Suspiros que te lleva al barrio del Castello.
Visita el Arsenalle, actual sede la Bienal de Venecia de Arte y Arquitectura, y descubre el Rivo del Arsenal, la única entrada marítima a la laguna hasta 1810.
Entra en la Iglesia de San Juan en Bragora, una de las más bellas de la ciudad.
Recorre el Gran Canal en góndola o vaporetto.
Visita el mercado de Rialto por la mañana.
Disfruta de las vistas de la isla de San Giorgio Maggior y su campanario desde San Pedro.
Piérdete por las «calli» (calles estrechas) dejándote sorprender por lo que te encuentres a tu paso.
Disfruta del arte visitando la Colección Peggy Guggenheim y la Gallerie dell´Accademia.
Descubre la escalera de caracol medieval del Palazzo Contarini del Bovolo, junto al Puente Rialto.
Escápate del bullicio recorriendo los barrios de Santa Croce, Cannaregio y Castello.
Vete de cicchetti (tapas) por la Fondamenta Dei Ormesini.
Observa cómo se siguen construyendo góndolas a la manera tradicional en el astillero Squero San Trovaso.
Descubre la Scuola Grande di San Rocco, decorada por Tintoretto durante 24 años.
Relájate navegando hasta las coloridas islas de Murano y Burano, Desde allí toma un bragozzo (barco tradicional) hasta la islita de San Francesco del deserto, en busca de paz.
Venecia es mucho que un lugar de postal, es un lugar al que hay que ir, al menos, una vez en la vida.