Concluimos nuestro recorrido por el archipiélago portugués de Azores, después de visitar las islas orientales de San Miguel Y Santa María, y el grupo central, formado por Terceira, Graciosa, San Jorge, Pico y Fayal. Ponemos el broche de oro a nuestra visita recalando en las islas más occidentales: Flores y Corvo.
El archipiélago de Azores no seguirá guardando sorpresas en estas islas, las más alejadas del territorio continental portugués.
¿Te apetece descubrirlas?
Isla de Flores
La isla de Flores recibe su nombre de una pequeña flor amarilla de origen norteamericano que cruzó el océano arrastrada por el viento y encontró en esta pequeña isla, de 142 kilómetros cuadrados de extensión, un hábitat perfecto para desarrollarse. En verano son las hortensias las que siguen haciendo honor a ese nombre, salpicando de azules y rosas el manto verde intenso que la cubre.
Flores es una de las isla más bonitas de las Azores, un gozo para los sentido y Reserva de la Biosfera desde 2009. En ella encontrarás un paisaje compuesto de dramáticos acantilados, fajas, por los que caen espectaculares cascadas, frondosos bosques de laurisilva, valles cubiertos de flores salpicados de molinos de agua, y siete preciosos lagos.
Para llegar hasta aquí tendrás que hacer escala en Sao Miguel o Terceira, pero el viaje bien vale la pena. Hasta aquí llega muy poco turismo y podrás disfrutar de una naturaleza sobrecogedora.
Planes para disfrutar de Flores
- Recorre uno de los impresionantes senderos de la isla: sendero de Faja de Lopo Vaz, sendero Lajedo-Faja Grande, sendero Faja Grande a Ponta Delgada y sendero del Miraouro das lagoas al poço do Bacalau.
- Descubre la belleza del Parquel Natural de Flores.
- Visita o alójate en un antiguo pueblo reconvertido en alojamiento rural, Aldeia da Cuada.
- Disfruta de la playa de Faja Grande con vistas al acantilado y cascadas.
- Asómbrate ante los 90 metros de altura de la cascada Poço do Bacallau.
- Asómate a sus impresionantes miradores.
- Descubre sus siete lagos, entre los que destaca la Lagoa Funda, la más grande de la isla.
- Asciende al Pico da Sé, el más alto de la isla, y quédate sin palabras con las vistas.
- Fotografía el atardecer junto al Faro de Albarnaz.
- Saborea el queijo de Flores, un queso semi-curado hecho con lecha de vaca, que tiene un sabor suave y ligeramente picante.
- Observa las aves. Estás en un lugar privilegiado para observar aves raras y endémicas en su hábitat natural.
Isla de Corvo
La isla más pequeña y remota del archipiélago de Azores, pone el broche final a este recorrido. Un lugar único en el que vivirás un experiencia auténtica y tranquila, mientras disfrutas de la amabilidad de sus habitantes, una gran familia de 500 miembros, en medio de un espectacular paisaje volcánico.
Corvo es un auténtico paraíso para los ornitólogos, ya que es lugar de paso de muchas de las especies que migran entre América y Europa.
Planes para disfrutar de Corvo
- Visita el Centro de Interpretación de las Aves Silvestres de Corvo, parada obligatoria para los que quieran descubrir el Parque Natural y Reserva de la Biosfera de la Isla de Corvo y para los amantes del birdwatching, que tienen en esta isla un lugar de importancia internacional.
- Asciende hasta las Lagunas del Caldeirão, el principal volcán de la isla, situado en el centro de la isla.
- Pasea por las estrechas callejuelas de aspecto medieval de Vila Nova do Corvo, donde viven los habitantes de la isla, con sus casas de piedra oscura con franjas de pintura blanca que rodean las ventanas. Esta es la población más aislada y remota de Portugal.
- Visita la iglesia de Nossa Senhora dos Milagres: El centro de la vida religiosa en Corvo es un lugar interesante para visitar. La iglesia es de estilo barroco y está decorada con azulejos portugueses.
- Visita el Mirador da Ponta Negra: uno de los lugares más impresionantes de la isla, con vistas panorámicas del océano Atlántico y la isla de Flores en la distancia. Es un lugar perfecto para ver la puesta de sol y disfrutar del paisaje natural y de sus curioso molinos de piedra de Alto dos Moinhos.
- Explora la isla a pie, con tan solo 17 kilómetros cuadrados, puedes recorrerla entera en unas cuantas horas. Hay varios senderos naturales que te llevan a través de los paisajes rurales y las vistas impresionantes de la isla.
- Haz una excursión en barco para disfrutar de vistas impresionantes del océano y de sus acantilados de 700 metros sobre el nivel del mar. También puedes avistar ballenas y delfines durante el viaje.
- Relájate en la playa de Portinho da Areia.
- Disfruta de la gastronomía local: Corvo es conocida por sus productos locales, incluyendo el queso de la isla y el vino de verdelho. Puedes disfrutar de la gastronomía local en los restaurantes de la isla y probar algunos de los platos tradicionales de Azores.
- Descubre la cultura local: Corvo tiene una cultura única que es diferente de las otras islas de Azores. Puedes explorar la cultura local visitando la Casa do Povo, donde se celebran eventos culturales y se exhiben artesanías locales.